Recién casado y de regreso de sus vacaciones, Mikel Nieve ha
comenzado a dar sus primeras pedaladas de preparación para un 2015 que
espera siga la línea de este año o mejorar aún más su notable temporada
en el Team Sky, vencedor de etapa en el Dauphiné, 12º en la Vuelta a
España y el mejor gregario de Chris Froome, 18º en el Tour de Francia,
el primero de su equipo, y cuarto en San Sebastián.
Nieve llegó el lunes de su luna de miel y con él el mal tiempo
después de un caluroso otoño. “Después de la Vuelta seguí un poco
entrenado para descansar un mes entero. Ahora toca volver la rutina y
empezar a prepararse poco a poco. Ya ha cambiado el tiempo y
directamente ha venido el invierno. Esperemos que estos días mejore y
nos deje hacer una buena pretemporada”, bromea. El ciclista navarro da
la bienvenida a Xabier Artetxe, nuevo preparador físico. “Esta semana
hablaré con él. Será todo más fácil y se agradece tener un director más
cerca y que esté un poco más encima de nosotros”.
Cara a 2015, el de Leitza confía en seguir la senda de este año y
mejorar si cabe. “Mi sitio está en las grandes vueltas y ayudar en la
montaña. Pero el objetivo también es mejorar, crecer en todos los
terrenos y eso intentaré. Tengo esa ilusión de progresar y si puedo
ganar en otra carrera como este año, mejor”, destaca.
Ganador en el Giro de Italia y en la Vuelta a España, le queda el
reto más difícil, alzar los brazos en el Tour de Francia. Este año lo
intentó y en 2013 fue tercero en el Mont Ventoux. “Es el sueño. El Tour
es la carrera más importante y es muy difícil ganar, aunque tampoco es
un objetivo. No me obsesiona. Si viene la oportunidad, la intentaré
aprovechar”, aclara.
Nieve no tiene dudas de que su líder Froome puede volver a reinar en
las vueltas. “Yo creo que puede volver a ese nivel. Este año si no ha
dado su mejor versión es porque no ha tenido suerte, por caídas, estuvo
enfermo… Yo le vi entrenar antes del Tour y la verdad es que tiene
muchísima calidad. Yo creo que puede aspirar a ganar cualquier vuelta”,
zanja.
Su balance de su primera temporada en el Team Sky después de cinco en
el Euskaltel-Euskadi es positivo en todos los aspectos. “Estoy muy
contento. Personalmente, me he sentido muy arropado. El equipo ha
confiado en mí y los compañeros son muy abiertos. Deportivamente, he
intentado hacer el máximo. Pienso que he sido bastante regular y he
podido ofrecer un buen nivel. El equipo me dio la enhorabuena en el Tour
y en la Vuelta, pero lo hacen con todo el mundo; valoran mucho el
esfuerzo de cada corredor”, resume.
Su equipo vivió la cruz en el Tour y salvó la cara en la Vuelta con
el segundo puesto de Froome. “En el Tour salió todo bastante al revés,
la caída de Chris, la enfermedad de Porte y yo también estuve enfermo
algunos días. Después conseguí darle vuelta y al menos pude estar
delante y dar la cara, aun no estando al cien por cien. Y en la Vuelta
Froome demostró que si no llega a ser por el tiempo que perdió en la
contrarreloj hubiera estado más cerca de Contador. Y que estando bien
puede aspirar a ganar cualquier carrera”, asevera.
De la preparación, resalta que “han sido más horas de bicicleta
entrenando” y las concentraciones en el Teide. “Ya en Euskaltel estuve
el año anterior en Sierra Nevada. Este año fue en el Teide. Es duro
estar dos semanas concentrado y aislado del mundo, pero luego se ven los
resultados. Yo creo que, aunque es sacrificarte, vale la pena”,
finaliza.
Fuente: (Biciciclismo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario