Mikel Nieve acudía a la Vuelta al País Vasco con el dorsal uno del Team Sky e incluso ambición personal sin un líder claro como pueden ser Chris Froome o Richie Porte. Sin embargo, todas sus ilusiones se vinieron abajo el primer día cuando llegó a Bilbao a 3:09, sin fuerzas en El Vivero, lastrado por las alergias primaverales.
El polvo amarillo aflora en el País Vasco en una semana seca y Nieve lo sufrió el lunes. El navarro nos enseña sus brazos, enrojecidos por el efecto de las gramíneas y demás en su organismo. Por encima de todo, siente “pena e impotencia”. “Tenemos un equipo bastante equilibrado con opciones y te queda esa impotencia por no poder dar el cien por cien que tengo porque sé que estoy bien. Es lo que hay, a veces pasa. Me tocó en el peor día, espero recuperar y estar bien para poder ayudar al equipo”, afirma a BiciCiclismo.
“Ha llovido mucho en el invierno y con el buen tiempo ha salido todo. Espero que solo haya sido un día malo. Así tengo los brazos. Me salió hasta un poco de sarpullido y espero que se solucione”, asevera.
El martes ya se encontró un poco mejor y ayer dio un paso más, casi con los mejores, a 40” de Joaquim Rodríguez, su compañero Henao y Quintana en Zumarraga. “No le voy a dar vueltas, ahora solo espero recuperar lo mejor posible y estaré contento si puedo estar mejor y estar delante estos días”, confía.
“Lo que me preocupa es la salud, estar al cien por cien, y si es así pienso que podré luchar por algo y hacer el trabajo que me pida el equipo”, concluye un Nieve que ya tiene una importante tarea, defender el maillot amarillo de Henao y apoyar al colombiano en las dos etapas en línea que restan.
Este 2015, Nieve disputó la Vuelta a Andalucía (4º) y la Tirreno-Adriático (17º) y su próximo calendario pasa por las clásicas de las Ardenas, el Critérium Dauphiné y el Tour de Francia.
Fuente: Biciciclismo.
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